Islas Gili

Después del Rinjani un taxi nos llevo a Thomas y a mi juntos hasta un punto de la carretera. Ahí Thomas bajo y tomo otro coche y yo me quede esperando en un bar donde tome un café y me dijeron me venderían un pasaje para Gili Air.

Intentaron venderme el bote privado diciendo que el público tardaría muchísimo pero cuando vieron que me daba un poco igual esperar (ya estaba sacando el pc para ponerme a trabajar ahí) pues de repente a toda prisa me dijeron que ya podía ir al bote público. No costaba nada, no recuerdo bien pero serían dos o tres euros (comparado con el privado que eran como 15..) 

El viaje fue muy cortito la verdad y ya me había acostumbrado a la rutina de que alguien me lleve la maleta, yo coja la mía, salir del barco, mojarme las piernas pero intentar no mojar la segunda maleta donde llevo el portátil, etc, etc

La playa delante de mi era muy bonita. Tenía barcos aparcados como en un muelle pero la clase de barcos antiguos que utilizan aquí y de colores y varios locales también muy coloridos al frente. Camine un poco y me senté en el que estaba justo en frente para tomar algo y cargar mi móvil para poder ver donde estaba mi hotel porque estaba cerca del muelle. Claro, mi móvil murió en la segunda noche del Rinjani y bueno había conseguido cargarlo un poco en el bar donde me había dejado el taxi pero no lo suficiente.



Una vez cargado, tomado el zumo, pagado me fui con las maletas al hotel que estaba efectivamente a 10 min. El hotel de islas Gilli me encanto, el Five time Home stay muy cerca del muelle y con la habitación bien grande. 

Dios que alegría llegar a una cama doble y una habitación grande después de dos noches en la montaña. Me duche que bien lo necesitaba después de dos días sin lavarme. Tenía barro en los pies y bueno, también en las zapatillas que lave y coloque al sol para que se secaran sin mucho éxito.

Después de eso salí a dar una vuelta como buenamente pude pues mis piernas todavía me dolían mucho del Rinjani y no podía caminar sin dolor.

Camine por la costa de Gili Air. Toda llena de restaurantes o agencias de viaje pero bonita, aunque turística no perdía encanto. Los restaurantes habían puesto las terrazas mirando al mar y la verdad que se disfrutaba mucho una cena en ese escenario.

Camine un poco y preguntaba por los diferentes tours y cosas que se podían hacer en la isla. Nunca me ha gustado perder mucho el tiempo.. Había un tour de snorkle muy famoso en todas las agencias y del que ya me había hablado Natalia, la argentina que conocimos en el otro tour así que pregunte precios y al final cogi uno en el otro extremo de la playa donde estaba yo (cuanto más lejos mejor). No recuerdo el precio pero si recuerdo que me dijeron que estaríamos de vuelta a las 14 para que yo pudiera empezar a trabajar a las 15 lo que obviamente fue mentira

Ese día no hice mucho más porque no podía con mi alma y solo quería irme a dormir

Al día siguiente comenzamos el tour de snorkling típico de Gili air que tiene como tres paradas

https://snorkelinggili.com/snk-4-hours-boat-trip/

Algo como esto. Tiene cuatro paradas una para ver las tortugas y si que vimos una, muy de lejos pero era enorme! Además en cuanto salía del agua y me volvía a meter me costaba encontrarla hasta que desapareció. Me volví a meter y no estaba..:(

La segunda parada fue la que menos me gusto. Había muchos peces, casi tantos como el día que Steff y yo fuimos a hacer snorkle en Lombok pero muchísima mas gente. Estaba eso a reventar, era algo ridículo. Había unas estatuas en el suelo que bueno, le daban un aire como enigmatico al océano eso si podías olvidar a las 30 personas que estaban al lado tuyo mirando las estatuas. Yo por eso prefería alejarme de ellas pero daba igual, había gente por todas partes

La tercera parada fue la que mas me gusto, la parada del coral, un suelo de coral maravilloso como si estuvieras buceando por un cuento de Disney de las profundidades. De todos los colores, tamaños, como flores en piedra submarinas..no tengo palabras para describirlo la verdad y tampoco fotos! Tendréis que creerme que era tal cual. Ahí tarde mucho en volver al barco, además tampoco había mucha gente con lo que preservaba su encanto que los otros sitios habían perdido por esto mismo.

Después paramos a comer a Gili Meno. Yo acabe comiendo con una pareja de dutch lesbianas super majas que me estuvieron contando que era su segundo viaje ahí y algunos de sus otros viajes. Una de ellas era médico y había estado un poco agobiada con el tema COVID así que disfrutaba sus merecidas vacaciones.

Y por último hicimos snorkling en un wreck (embarcación ) que fue la peor yo creo porque se veía el barco muy muy abajo, casi nada y solo podía envidiar a los buzos que estaban abajo viendo todo bien.

A la vuelta a casa como digo eran las 15 y yo pensando que llegaba super tarde pero llegue. Y me conecte en el bar del hotel que para sorpresa mía tenía muy buen internet así que estuve trabajando muy bien toda la tarde.

Ahí conocí a un italiano muy particular, no recuerdo su nombre pero muy budista, iba con la cruz esta con la que hacen los mantras y hablaba de los retiros de yoga que había hecho en ubud.

Al día siguiente por la mañana, como el barco salía a las 12 me fui a dar una vuelta por Gili Air sola. Como no hay ni coches, ni motos ni nada la verdad que la isla da una sensación de paz particular. Estuve caminando por el interior que no conocía y por la otra orilla, la de en frente al embarcadero, parecida a la orilla del embarcadero con sus locales y terrazas en la playa. 



Lo que si que tuve en Gili Air, quizá por estar sola fueron de nuevo  los pensamientos sobre Viny. De que era el hombre de mi vida. Menudas cosas a veces en las que se engancha tu cabeza y cuando te quedas atrapada en esa historia que difícil y que “triste “ a veces salir.

La vuelta en barco fue lo peor. La compañía fue InVinia.

Nos tuvo como tres horas esperando en el puerto, algo que debe ser habitual porque cuando preguntaba cuando iba a llegar mi barco y les decía el nombre de la compañía siempre me contestaban algo como “buff tranquila, Invinia siempre se retrasa”.

Pero eso no fue lo peor, dejaron el equipaje en una bodega donde entraba todo el agua. Todo mi equipaje acabo empapado. Tuve que, literalmente, mandar toda mi ropa nada mas llegar a Canggu a una lanvanderia porque no había nada seco. Eso y gracias que llevaba mi Pc conmigo en la mochila de mano sino no sobrevive.

El barco por dentro esta destrozado. La mitad de los asientos son inservibles y la travesía, de no se cuantas horas (creo que 3) fue un infierno. No me suelo marear pero ahí casi vomito..


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